Enfermedad Celíaca: Una enfermedad muy seria

nuttser-articulos-nuttser

La enfermedad celíaca es una enfermedad difícil de diagnosticar (solo 1 persona de cada 7 con enfermedad celiaca se diagnostica bien) y, además puede confundirse con otras patologías parecidas, pero que no son celiaquía, como es la sensibilidad al gluten o alergia al gluten.

Entonces:

¿Qué es la Enfermedad Celíaca?

La enfermedad celiaca es una enfermedad donde existe una  intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente la avena. Es una enfermedad digestiva en la que se daña la mucosa del intestino delgado, alterando con ello la absorción de macro y micronutrientes (vitaminas, minerales..).La alteración de la absorción de los alimentos conlleva malnutrición, aunque se mantenga una ingesta adecuada.

La prevalencia de la enfermedad celíaca estimada en los europeos y sus descendientes es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1.

¿Qué es el gluten?

El gluten es una glucoproteína amorfa (proteína unida a almidón, que es un glúcido) y que se encuentra en la semilla de muchos cereales de consumo tan habitual como el trigo, la cebada, el centeno o la avena,  y en otros cereales que son de consumo menos frecuente como son la espelta (trigo salvaje) y el triticale (cereal mezcla de trigo y centeno).

A su vez, el gluten está compuesto por otras dos glucoproteínas: la gliadina y la glutenina, que representa  el 80% de las proteínas del trigo, por ejemplo

El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, y confiere la consistencia elástica y esponjosa de los panes y masas horneadas.

El gluten se puede obtener lavando el almidón, a partir de la harina de trigo y otros cereales. El producto resultante presenta una textura pegajosa y fibrosa parecida a la del chicle. Por este motivo es apreciado en alimentación, por su poder espesante.

Causas de la enfermedad celíaca

La causa de la intolerancia celíaca es desconocida, pero probablemente sea debida a:

  1. Que existe un componente genético (susceptibilidad genética a la intolerancia), por lo que es más frecuente en determinadas familias.
  2. Que se deba también a agentes ambientales, probablemente infecciones virales u otra infección.
  3. Que es  una enfermedad autoinmune y se asocia con otras enfermedades autoinmunes que también son producidas por la combinación de susceptibilidad genética e infecciones.

Sintomatología

Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea crónica, pérdida de peso, deposiciones abundantes y grasientas;  anemia inexplicada, dolor abdominal recurrente, gases, dolores óseos, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), calambres musculares, cansancio, retraso del crecimiento, dolores articulares, úlceras en boca, menstruaciones irregulares (generalmente por pérdida excesiva de peso); caída del cabello, fragilidad de uñas…

Sin embargo, tanto en los niños como en los adultos, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.

Por otro lado, existe una gran variabilidad en los síntomas y no siempre existen síntomas propiamente digestivos. Los síntomas que presentan los pacientes con enfermedad celíaca dependen de la deficiente absorción de los nutrientes que contiene la dieta.

Algunas personas con enfermedad celíaca no refieren ningún síntoma, porque la parte no dañada de su intestino es capaz de absorber suficientes nutrientes para prevenir los síntomas.

Un porcentaje importante de pacientes (85%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la enfermedad celíaca durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica. Sin embargo, el reconocimiento de otras formas atípicas de manifestarse, con síntomas y asintomáticas, combinados con la mayor y mejor utilización de las pruebas complementarias disponibles, ha permitido poner de manifiesto la existencia de diferentes tipos de enfermedad celíaca:

  • Sintomática: Los síntomas son muy diversos pero todos los pacientes tienen una serología, histología y test genéticos compatibles con la enfermedad celíaca.
  • Subclínica: No hay síntomas ni signos, aunque sí serán positivas el resto de las pruebas diagnósticas.
  • Latente: Son pacientes que en un momento determinado, consumiendo gluten, no tienen síntomas y la mucosa intestinal es normal. Existen dos variantes:
  •  Tipo A: Fueron diagnosticados de enfermedad celíaca en la infancia y se recuperaron por completo tras el inicio de la dieta sin gluten, permaneciendo en estado subclínico con dieta normal.
  • Tipo B: En este caso, con motivo de un estudio previo, se comprobó que la mucosa intestinal era normal, pero posteriormente desarrollarán la enfermedad.
  • Potencial: Estas personas nunca han presentado una biopsia compatible con la enfermedad celíaca, pero, del mismo modo que los grupos anteriores, poseen una predisposición genética para desarrollarla. Aunque la serología puede ser negativa, presentan un aumento en el número de linfocitos intraepiteliales.

Diagnóstico de la Enfermedad Celíaca

El diagnóstico de la enfermedad celiaca puede ser bastante o muy difícil, ya que los síntomas que produce esta enfermedad también aparecen en muchas otras enfermedades.

Los pacientes con enfermedad celíaca tienen niveles elevados de anticuerpos contra el gluten (anticuerpos anti-gliadina, anti-endomisio, anti-reticulina y anti-transglutaminasa). Si los niveles de estos anticuerpos en sangre están elevados, la manera de confirmar la enfermedad es estudiar una biopsia de la mucosa del intestino delgado.

La confirmación del diagnóstico hoy por hoy se basa en concurrencia de sospecha clínica, serología y biopsia intestinal compatibles con la celiaquía.

Diabetes, sobrepeso y carne de cerdo

nuttser-articulos-nuttser

La adecuada carne de cerdo es la de capa blanca.

La carne de cerdo aporta proteínas de alto valor biológico, tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B y de minerales como el hierro, el zinc y el selenio, y cualidades organolépticas excelentes, y la de capa blanca es adecuada para diabéticos, para personas con sobrepeso y en la prevención de enfermedades cardiovasculares, siempre que la utilicemos adecuadamente (balance energético adecuado) y con una frecuencia de consumo de 3 a 4 veces por semana.

Consumo de la carne de cerdo de capa blanca ¿qué beneficios tiene?

Los cortes magros cocinados con métodos poco grasos son adecuados para la inclusión en la dieta de los pacientes diabéticos. También, debido a su perfil lipídico, pueden formar parte de las recomendaciones dietéticas para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Los ácidos grasos de los cortes magros de cerdo son fundamentalmente monoinsaturados, principalmente ácido oleico, por lo que su consumo es muy adecuado para una dieta saludable. Además, estos cortes magros tienen un bajo contenido de grasas saturadas, lo que contribuye a mantener niveles normales de colesterol.

“Este tipo de carne permite gran variedad de posibilidades culinarias, entre ellas, horno, vapor, plancha o parrilla, que en una dieta de control de peso son las técnicas idóneas de cocinado, ya que necesitan un menor aporte añadido de aceite. La relación nutrición, carne de cerdo y salud, es una cuestión de equilibrio” (Dra. Carmen Gómez Candela, coordinadora de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad), y el D. Gregorio Varela, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU)

La carne, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares

nuttser-articulos-nuttser

Las carnes, tanto rojas como blancas, contienen, como se ha visto, distintos nutrientes y componentes que hacen de ella un alimento bastante complejo, y cuyos efectos en nuestro organismo dependen de la cantidad y calidad que comamos.

Dos o tres raciones como máximo a la semana de carne roja por ejemplo, sería lo recomendable, pero si este consumo aumenta, se puede asociar a un riesgo mayor de padecer Diabetes Mellitus Tipo II, según estudios más recientes.

Los efectos de un consumo un poco mayor al de 2-3 raciones a la semana de carne, parece que tiene menos efectos sobre el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares que sobre el riesgo de padecer diabetes, siempre que hablemos de personas sanas, sin comorbilidad asociada u otros  factores de riesgo asociados.

Por lo que, a modo de conclusión, debemos evitar consumir más de 2-3 raciones de carnes (sobre todo rojas y procesadas) a la semana para evitar en la mayor medida posible los mayores riesgos de padecer diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Nuestro mejor aliado para evitar riesgos: realizar una dieta equilibrada en cantidad y calidad.

Estudios de referencia:

Health Professionals Follow-Up Study (37.083 varones; 1986-2006); Nurses’ Health Study I (79.570 mujeres) y Nurses’ Health Study II (87.504 mujeres); 13.759 casos incidentes de Diabetes tipo II

La carne: qué nos aporta y qué nos perjudica si aumentamos su consumo

nuttser-articulos-nuttser

La carne roja es más rica en hierro (el hierro contribuye al desarrollo cognitivo normal). Además, todas las carnes, tanto rojas como blancas,  contienen proteínas (contribuyen a aumentar la masa muscular y son necesarias para el mantenimiento y el desarrollo normales de los huesos), minerales como el zinc, (contribuye a la protección de las células frente al  daño oxidativo), fósforo (contribuye al mantenimiento de los huesos y dientes)  y potasio (contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal); también contienen vitaminas como es la vitamina B1 (Tiamina), y que contribuye al funcionamiento normal del corazón); la vitamina B3 (Niacina), que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga; la vitamina B6 (Piridoxina) y la Vitamina B12 (Cobalamina), que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario.

De todos los nutrientes de la carne, tanto rojas como blancas, las proteínas (16-20%) ocupan un lugar preferente. Los aminoácidos esenciales que forman parte de las proteínas de la carne, le confieren a ésta un alto valor biológico.

La grasa de las carnes es el nutriente que más fluctúa de unas carnes a otras, incluso dentro de una misma especie, y su variabilidad es tanto a en calidad como en cantidad. La industria cárnica ha desarrollado derivados con contenido reducido o modificado de algunos de sus nutrientes, como es la sal y las grasas, convirtiéndose en estupendos aliados en colectivos que deben seguir dietas especiales, o con patologías concretas.

La pirámide de la alimentación nueva diferencia los distintos tipos de carne, y así, por ejemplo, recomienda que el consumo de carne roja sea de frecuencia moderada, para evitar patologías en las que pueda estar implicada si su consumo es elevado y frecuente.

La carne roja y la carne blanca

nuttser-articulos-nuttser

 

La carne roja debe su nombre al color (más rojo o más rosado), que presenta en estado crudo. El color se debe a una proteína (hemoproteína) presente en el músculo del animal llamada mioglobina, y que es responsable del almacén de oxígeno del músculo, necesario para su contracción. La molécula contiene un grupo hemo que tiene un átomo de hierro.

La carne blanca debe su nombre a aquella que en crudo su color es blanquecino, y en cuyos músculos hay menor concentración de mioglobina.

En general, se considera la carne roja a la de los mamíferos (carne de vaca, de caballo, de toro, de jabalí, de venado..) y de algunas aves, como es la carne de avestruz, los pichones, las perdices, la codorniz y el faisán. Dentro de las carnes blancas se incluyen algunas aves como es el pollo, el pavo, el ganso, el pato, y también algún mamífero como es el conejo.

Y en el caso de algunos animales, la diferencia entre carne roja y blanca se hace por la edad del animal. Por ejemplo, la carne roja se considera en el cerdo cuando el animal es adulto y blanca cuando el cerdo es joven (cochinillo). Lo mismo pasa con el cordero (carne roja cuando es adulto – cordero pascual- y blanca cuando es joven – cordero lechal-. Y en otras ocasiones la diferencia radica en cómo se realiza el corte de la carne, y dentro del mismo animal. Así, por ejemplo, el solomillo se considera que es carne roja y el lomo una carne blanca.

La carne: que nos aporta y que nos perjudica si aumentamos su consumo

La carne roja es más rica en hierro (el hierro contribuye al desarrollo cognitivo normal). Además, todas las carnes, tanto rojas como blancas,  contienen proteínas (contribuyen a aumentar la masa muscular y son necesarias para el mantenimiento y el desarrollo normales de los huesos), minerales como el zinc, (contribuye a la protección de las células frente al  daño oxidativo), fósforo (contribuye al mantenimiento de los huesos y dientes)  y potasio (contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal); también contienen vitaminas como es la vitamina B1 (Tiamina), y que contribuye al funcionamiento normal del corazón); la vitamina B3 (Niacina), que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga; la vitamina B6 (Piridoxina) y la Vitamina B12 (Cobalamina), que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario.

De todos los nutrientes de la carne, tanto rojas como blancas, las proteínas (16-20%) ocupan un lugar preferente. Los aminoácidos esenciales que forman parte de las proteínas de la carne, le confieren a ésta un alto valor biológico.

La grasa de las carnes es el nutriente que más fluctúa de unas carnes a otras, incluso dentro de una misma especie, y su variabilidad es tanto a en calidad como en cantidad. La industria cárnica ha desarrollado derivados con contenido reducido o modificado de algunos de sus nutrientes, como es la sal y las grasas, convirtiéndose en estupendos aliados en colectivos que deben seguir dietas especiales, o con patologías concretas.

La pirámide de la alimentación nueva diferencia los distintos tipos de carne, y así, por ejemplo, recomienda que el consumo de carne roja sea de frecuencia moderada, para evitar patologías en las que pueda estar implicada si su consumo es elevado y frecuente.

 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies